El día 1, estuve en Hiroshima, viendo el Genbaku Dōmu, el parque y el museo que rinden homenaje e informan del trágico suceso del 6 de agosto de 1945 en Hiroshima.
Al mediodía, me marché a Itsukushima, antes conocido como Miyajima, famoso por su puerta sintoista en medio del agua. Me pareció un poco absurdo el desplazarme hasta allí, sólo para ver la puerta, así que aproveche para subir al Misen, cima que corona la isla, en un agradable pero duro paseo de varias horas.
Por la tarde noche, aproveche para sacar más fotos al Genbaku, que a mi me parecen un poco más siniestras que las sacadas de día.
A la mañana siguiente, visité el castillo Hiroshima-jō, antes de partir hacia Himeji.
En Himeji, estuve en cola tras dos horas y pico para entrar en el castillo, que por fuera es todo lo bonito que quieras, pero por dentro es una auténtica mierda. Según me comentó un señor, en breve van a comenzar a restaurar el castillo y por ello, miles de japoneses están aprovechando para visitar el famoso castillo, sobre todo teniendo en cuenta que he ido la semana en la que los japoneses tienen vacaciones y aprovechando dicha época para conocer su país y beber biru bajo las sakuras.
Por la tarde, según lo previsto, llegué a Tokyo.