Última estación: Phnom Pehn

Siempre he querido que este blog fuese serio y que las chorradas quedasen fuera, pero es que esto es demasiado. Así que si me lo permitís, voy a vomitar: juannnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn

Bueno y ahora ya podemos continuar. Tras los 3 días en Siem Reap visitando Angkor, comprando varias cosillas en Artisans d’Angkor (precio muy buenos para artículos de mejor calidad) y un masaje de piernas (sólo hubo masaje y las chicas eran majísimas), tocaba preparar la mochila (a punto de reventar) para marchar hacia Phnom Phen, capital de Kampuchea.

Hasta la parada del autobús me acompaño Pao y a las 12:30 puntual, salió el autobús camino de Phnom Pehn. 6 horas de viaje, para recorrer unos 350km (creo que son bastante menos) con una de las peores pesadillas que se pueden sufrir: tuve que tragarme como vídeo de entretenimiento, karaoke en khmer de canciones a cual más empalagosas de amores y desamores y otras de canciones modernas de pseudo pachanga. De ahí mis ganas de vomitar.

Una cosa es que te ponga una o dos canciones, pero las 6 horas, como que mata un poco (que haría yo sin mi Ipod). Como, ¿qué no me creéis? No os preocupéis que ya os llevaré un DVD de recuerdo. Pero que conste que no vale tirarse por la ventana.

La llegada a Phnom Phen, una locura: todos los tuk-tukeros dando la tabarra y aquí servidor repartiendo te ookun’s a punta pala para quitármelos de encima. Todo esto, bajo una media lluvia. Por fin llego uno algo más calmado, que me llevo al hotel que había elegido de la Lonely, ya que por su precio, ofrecía bastantes cosas. Pero al llegar, se ve que no le interesaba que sólo me quedase una noche (no tenía dinero para pagar más noches) y me mandó a otro establecimiento, no sin antes preguntarme donde iba a ir después de Phnom Phen (que casualidad que tenga una ‘sucursal’ en Siem Reap). En el siguiente hotel, más de lo mismo. Como pasaba de preguntar más en esa calle (seguramente todos funcionan de forma similar), me marche a otra parte de la ciudad (a esas alturas ya estaba completamente mojado) ignorando a todos el mundo. 30 minutos m&aacutes; tarde, ya estaba en mi habitación.

Pero no acabo ahí la cosa: tocaba encontrar un cajero para sacar dinero, con 0.5 $ poco se puede hacer. 40 minutos, en el primero que encontré saque dinero para estos 3 días. Pero horror: todos los billetes eran de 50 $ (aquí los cajeros dispensan $ en vez de la moneda local). A la, a buscar una casa de cambio, ya que normalmente los camboyanos no suelen tener cambios para más de 10$. Pero por la hora que era, o bien no tenían cambios suficientes o bien estaban cerrados. Así que no me quedo más remedio que entrar en un KFC a cenar (lo siento mucho si os he decepcionado), pero era la única manera de conseguir cambio.

En estos 3 días, visitaré el museo Tuol Sleng y el campo de exterminio de Choeung Ek, entre otras cosas, donde se recuerda la masacre que los jemeres rojos cometieron con su propio pueblo e incluso con su propia gente.</p

2 comentarios

  1. Has tenido al pobre Pao Gasoil todo esclavizado estos días… A la vuelta uno que yo me se te pondrá de nuevo los pies en la tierra 🙂

    Queremos ver el devede rait nao!

    1. Jajaja, pa eso le he pagado. Eso si, ya os comentaré, pero me paso algo curioso con Pao. Pero mejor en persona, para que no quede rastro.

      Dudo mucho que me tenga «esclavizado». Nunca mais!!!

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información

Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.

Cerrar