Cruz del Cóndor

Tras día y medio en Chivay, ha llegado el momento de visitar La Cruz del Cóndor, lugar donde se puede ver el majestuoso vuelo, del ave volador más grande del mundo: el Cóndor andino. Para ello, tras leer varias opiniones, me he levantado a las 3:00 para coger el autobús de las 4:00 que va camino de Cabanoconde y de esta manera, estar a primera hora en La Cruz del Cóndor y tener una buena posición para disfrutar del vuelo de los cóndores.

Hemos llegado pasadas las 5:30 a la zona y aún no había amanecido. Junto a mí, se han bajado dos guardas de la zona, que amablemente me han invitado a entrar a los baños, pues allá no hay otra zona a cubierto, para resguardarnos del frío de esa hora. Mientras amanecía, he estado hablando muy a gusto con Cristóbal, uno de los guardas, mientras el otro dormía un poco. Hemos estando hablando de bastantes cosas y de esta manera, se nos ha hecho más amena la espera.

Una vez el sol ya había salido de detrás de los cerros nevados, Cristóbal me ha indicado la mejor zona para poder disfrutar del vuelo de los cóndores: una zona a escasos 10 metros donde a veces se posan los cóndores; mientras poco a poco, casi con cuenta gotas, empezaban a aparecer turistas. A eso de las 8:00 o 8:30, uno de los guías de un grupo de turistas nos ha avisado de que se acercaba un cóndor. Al principio han volado bastante bajo, me imagino que a esas horas, las mejores corrientes estaban por allí abajo, pero poco a poco han ido ascendiendo.

Como veía que los cóndores estaban pasando muy cerca de otros miradores más bajos, me he dirigido hacia uno de ellos. Ha sido muy emocionante ver pasar a uno de los cóndores a escasos 10 metros, o incluso menos; y escuchar como sus alas cortan el viento. Lamentablemente, al poco de llegar allí abajo, uno de los cóndores adultos, se ha posado en la piedra que me había indicado Cristóbal. He intentado volver a la zona, para obtener una foto cercana, pero mientras llegaba, un hijo de puta mal educado turista ha asustado al animal y este ha reemprendido el vuelo. Cristóbal, que parece ser el jefe de los guardas, le ha preguntado al guarda que en esos momentos estaba en la zona, que era lo que había pasado y este le ha respondido que un turista lo había asustado, a lo que Cristóbal le ha replicado irónicamente, que porqué no lo ha expulsado. Digo que irónicamente, porque justo antes a la mañana hemos estado hablando que hay algunos turistas que son bastante mal educados y desconsiderados, no sólo con el resto de turistas, sino con las personas encargadas de las zonas e incluso con los animales, la naturaleza o las ruinas; y que lamentablemente, no tienen potestad para castigar o sancionar a estos sinvergüenzas.

Mientras los turistas volvían en sus carros, unas pocas personas hemos permanecido en la zona, disfrutando un poco más de los cóndores, incluso viendo como los cóndores más jóvenes jugaban entre ellos, persiguiéndose unos a los otros, haciendo un ruido infernal, al chocar sus alas contra las corrientes de aire.

Si bien Cristóbal me había ofrecido volver en el carro de otro guarda, al final el mal estado del mismo me ha obligado a coger una lata de sardinas (harto de gente) para volver a Chivay, donde he recogido la mochila y he tomado un autobús con destino a Arequipa, donde iba a hacer noche y pasar el día de mañana, antes de coger un bus nocturno camino a Nazca.

Puno – Chivay

Como ya he comentado en la anterior entrada, hoy ha tocado madrugar una hora más, para poder llegar a Chivay a tiempo. Afortunadamente, esta vez el viaje ha durado sólo una hora más de la prevista y eso a pesar de que hemos tenido que tomar la vía alternativa de la vía alternativa, por culpa de un riachuelo, no muy profundo, pero lo suficiente como para que la furgoneta (ya que sólo eramos 5 pasajeros y el autobús había tenido problemas para volver anoche a Puno) se quedase varada.

Tras otra pequeña parada en Lagunillas, donde de nuevo hemos tenido que ver los flamencos en marcha desde la furgoneta, hemos continuado camino de Arequipa, para tomar el desvío a Chivay una vez entrados en la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca. Tras un pequeño paréntesis, donde hemos cambiado la furgoneta por el autobús, hemos comenzado a subir a Patapampa, la que será el punto más alto de todo el viaje: 4950 msnm. Le tenía bastante respeto a esta zona, por estar próxima a los 5000 msnm, pero afortunadamente, mi aclimatación a la zona ha sido muy buena y no he tenido ningún problema al bajar del autobús.

A continuación, hago un paréntesis en el viaje y retomo aquello que dije en el primer post de este viaje: para mi, la mejor aclimatación al antiplano de Perú, es el que empieza por Cusco, sigue por Puno y después va a Chivay. ¿Por qué? Pues porque a pesar de que Cusco está a una altitud de 3326 msnm, después el desnivel máximo que tendremos será de unos 1600 m y teniendo en cuenta que Puno está a 3800 msnm, haciendo un par de excursiones por la zona, tranquilamente pasaremos de los 4000 msnm, “tan sólo” unos 1000 m por debajo de Patapampa. En cambio, si la aclimatación la hacemos desde Arequipa, a 2350 msnm, la entrada en Chivay por Patapampa será durísima, ya que tendremos un desnivél de 2600 m, es decir más del doble de la altitud de Arequipa. Además, Chivay esta a 3630 msnm, es decir unos 1300 metros por encima de Arequipa, por lo que creo que la aclimatación que se pueda hacer desde Arequipa, es insuficiente, puesto que la aclimatación a esas alturas, normalmente, se hace ascendiendo entre 400-500 metros al día / sesión, dependiendo de la preparación física de cada individuo, para volver a descender a la hora de dormir.

Pero volvamos al viaje. Tras el bello paisaje visto desde Patapampa, donde hemos visto unos cuantos nevados, cerros de más de 5000 msnm, volcanes… hemos comenzado a descender a Chivay, donde hemos llegado a la hora prevista. Tras buscar un hostal barato, pero confortable en la misma Plaza de Armas (o plaza principal), me he dirigido a una farmacia a comprar medicamentos, ya que llevo un par de días con la garganta irritada y echando flemas con un poco de sangre a las mañanas. Creo que la infección, ha podido estar causada por el frió que hacía a las tardes-noches en las zonas de Cusco y Puno. Espero que la cosa no empeore y en un par de días este bien. Esta tarde así como el día de mañana, los utilizaré para dar una vuelta por los pueblos más cercanos a Chivay, lease: Yanque, Coporaque… y dar una vuelta por el mercado, para ver si puedo encontrar algo interesante para compra de souvenir.

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