El secreto

Apostaría una de mis manos, a que el 99,9% (margen de error: +/-0.01%) de las personas, tenemos secretos inconfesables. Alguno de los secretos no los contamos por vergüenza (aunque sea ajena), otros porque nos han pedido que no los contemos, otros porque son cosas mu malas, mu malas que pueden llegar comprometernos incluso de forma legal

No obstante, hay secretos que por mucho que uno quiera, no pueden guardarse eternamente, bien porque se lo hemos contado a la persona equivocada (y menos mal que le hemos pedido que no lo cuente); bien porque a pesar de que creamos que es un secreto, en realidad es un secreto a voces; o simplemente porque nos corroe el interior

Yo soy una persona que tiene muchos secretos. En realidad, lo que pasa es que soy muy reservado y muchas de mis «historias», son personales y creo que no son de interés para el resto de la gente y por ello no las cuento.

Pero últimamente, a pesar del enorme esfuerzo que estoy haciendo, creo que ya no puedo seguir ocultando uno de ello. Así que antes de que suceda, he decidido contarlo yo mismo.

 

Puffff!!! Que estrés!!!.

 

La cosa es que yo… Lo siento, pero no puedo contarlo. Necesito tiempo. Tal vez, después de venir de Nippon lo cuente.

PD: Cotillas de mierda 🙂 Como jode que os dejen con la miel en los labios, ¿eh?

PD2: Especuladores y marujillas, podéis hacer una bolilla para ver quien de vosotros lo acierta. Prometo recompensar a aquel/aquella que lo acierte o más se acerque a su precio justo.

PD3: Es una auténtica tontería lo que tengo que contar, pero me apetecía reírme un poco de mi mismo.

Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información

Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.

Cerrar